« Crois-tu que c'est la fin du monde ? Mais il rit et il dit :
– C'est le recommencement du monde. »
A lo largo de la historia se han realizado multitud de predicciones acerca
de la llegada del fin del mundo. Desde la antigua Mesopotamia hasta el desastre
nuclear de Fukushima, desde la ira divina - como en el mito bíblico del Diluvio-
hasta la amenaza del átomo o la desaparición de la humanidad y del universo, el
fin del mundo ha rondado siempre nuestra imaginación. Ha sido siempre una preocupación recurrente en casi todas
las religiones, un tema importante de la ciencia ficción desde los albores del
siglo XIX y, gracias a los vertiginosos avances de la ciencia y los
acontecimientos actuales de crisis ecológica, una constante que nos recuerda a menudo que el hombre puede ser la causa
de su propia extinción y que las propias estructuras de las sociedades humanas
pueden llegar a ser extremadamente frágiles. Paul Valéry escribió justo después
de la Primera Guerra Mundial: «Nous autres, civilisations,
nous savons maintenant que nous sommes mortelles» (Valery,
1919: 321). Lo común a todas estas «versiones» es su carácter inexorable. La humanidad
tal como la conocemos está condenada a desaparecer, ya que después de haber
sido una potestad de los eclesiásticos y luego de los novelistas de ciencia
ficción, la idea del fin del mundo se ha convertido ahora en un tema científico,
especialmente para los astrofísicos que, al conseguir descifrar la luz de las
estrellas, han demostrado que todo en el universo es perecedero. Dentro de unos
miles de millones de años, nuestra estrella, el Sol, también expirará. La
posibilidad de un fin de la vida en la Tierra no parece ahora una idea tan absurda,
al menos a largo plazo.
El Diccionario Oxford de Ciencia
Ficción, Brave New Words, lo define como «following a largescale
disaster in Which Civilization has been destroyed or has regressed to a more
primitive level; [of a story] having such a setting» (Prucher, 2007: 151). Toda
una serie de escenarios producidos por la ciencia ficción nos advierten desde
hace ya bastante tiempo de las distintas causas posibles de la desaparición de
la humanidad y de nuestra sociedad. Por ello, el fin del mundo se ha convertido
en un mito ineludible de nuestra civilización que nos hace cuestionar los
grandes misterios de la vida: se cuestiona el sentido de la historia, la evolución
del tiempo, el misterio de la muerte y la relación del hombre con Dios. Pero
también nos hacemos infinidad de preguntas: ¿podemos prever el desastre?
¿podemos evitarlo? ¿podemos escapar de él? ¿Es el fin de un mundo el comienzo
de otro? ¿Cómo podemos reconstruir el mundo? Y si no podemos, ¿qué logros, qué
vestigios dejaremos atrás? La literatura se ha convertido en un vehículo
extremadamente útil a la hora de retratar las sociedades de cada época. También
es, sin duda alguna, una buena herramienta para despertar conciencias.
La gran novela sobre el calentamiento global fue escrita por el autor
suizo de expresión francesa C.F. Ramuz en 1921. Sorprende el
olvido en el que ha quedado relegada esta novela europea bien anterior al
fenómeno Cli-Fi (Climate Fiction o ficción climática) que las
universidades americanas han convertido en subgénero propio y donde clasifican bajo este acrónimo a todas las novelas de
anticipación o ciencia ficción que tratan del calentamiento global.
[...]
O mito do Fim do Mundo Imaginário
& Educação Alberto
Filipe Araújo, Rogério de Almeida, Marcos Beccari (orgs.) Capítulo: “Présence
de la mort: relato de un apocalipsis”, COLEÇÃO MITOS DA PÓS-MODERNIDADE
- VOL. 4, Faculdade de Educação da Universidade de São
Paulo, Brasil, agosto 2023, pp. 241-258. ISBN 978-65-87047-50-8 (E-book). Doi: 10.11606/9786587047508.
Para leer el artículo consultar en el siguiente enlace: https://www.livrosabertos.sibi.usp.br/portaldelivrosUSP/catalog/view/1098/1003/3712