RESUMEN
Sería impensable imaginar a un escritor como C. F. Ramuz sin viñedos. Tendríamos que prescindir al mismo tiempo de su biografía y de su obra; olvidar que C. F. Ramuz fue hijo de un comerciante de productos coloniales que se reconvirtió años más tarde en vendedor de vinos al por mayor; que siendo aún un jovencísimo estudiante, él mismo participó en las vendimias en Yvorne; que a su regreso de París habitó en una antigua casa de viñedos en Treytorrens, dónde tuvo lugar su decisivo encuentro con Stravinsky, bajo la doble simbología "du pain et du vin d'ici".
El vino y los viñedos de las inclinadas laderas de los cantones de Vaud y de Valais se encuentran muy presentes, no sólo en sus obras más inspiradas por el tema, como son Vendanges, Chant de Notre- Rhône, o Souvenirs de Igor Strawisky, sino que también aparecen en una buena parte de su producción novelesca : Passage du poéte, Farinet ou la fausse monnaie, entre otras. De la importancia que tiene esta cultura vitícola en su obra trata esta comunicación, ya que como se verá más adelante, los paisajes de Lavaux proporcionan al escritor el modelo de una forma artística sobre la que fundó su estilo creativo. Ramuz, poeta del vino, Ramuz, embajador de los viñedos de la suiza romande.
1. C. F. RAMUZ, POETA DEL VINO
Lavaux, en las orillas del lago Lemán, posee unas novecientas hectáreas de extensión, que albergan a unos 28.000 habitantes. Cuentan que los romanos llevaron hasta allí el cultivo de las vides, pero hay constancia de que se cultivaban con esmero en el siglo XII y que desde 1742, cuatro veces por siglo, se han celebrado grandes fiestas en honor al vino en la plaza del mercado de Vevey. El amor a ese principal amigo de los hombres se ha aliado con la naturaleza para estabilizar este paisaje insólito. Terrazas de poco más de un metro de anchura van enhebrándose montaña arriba, en la ladera del Jura, hasta los 800 metros; terrazas sostenidas por muros de hormigón y comunicadas por estrechas y empinas escaleras.
Es en este marco dónde vamos a situar a un escritor fuera de lo común, un escritor cuya obra es desgraciadamente poco conocida en nuestro país, pero que les invito a descubrir a partir de este momento. Me refiero a C. F. Ramuz, el gran poeta del vino de las laderas del lago Lemán. Hace ya casi un siglo decía "El buen Dios comenzó su trabajo y después vinimos nosotros a darle término; construyó la pendiente y nosotros logramos que se mantenga y sea útil". Charles Ferdinand Ramuz (1878-1947) es, sin duda alguna, el autor del siglo XX más conocido de la Suiza francófona. Su obra, compuesta por poemas, novelas y ensayos, fue editada en vida por Grasset en París y acogida con fervor por sus semejantes como Claudel, Céline o Gide, pero este escritor del cantón de Vaud fue considerado injustamente como un autor regionalista o representante de una literatura campesina. El éxito de la publicación reciente de sus 22 novelas en la prestigiosa Bibliothèque de la Pléiade, la puesta en marcha de una nueva edición de sus Obras completas en Ginebra por Slatkine (Diario, Primeros escritos inéditos, Novelas) demuestran la vitalidad de esta obra. A lo largo de toda su vida y a semejanza de Cézanne, Ramuz quiso pintar el país partiendo de lo particular para alcanzar lo universal. De lengua francesa pero de nacionalidad suiza, ha intentado expresar esta diferencia para así definir mejor su identidad.
Cuando uno descubre a Ramuz, le resulta después muy dificil disociar su obra de los paisajes vitícolas de Lavaux. Tendríamos que prescindir al mismo tiempo de su biografía y de su obra. Olvidar que C. F. Ramuz fue hijo de un comerciante de productos coloniales que se reconvirtió años más tarde en vendedor de vinos al por mayor; que siendo aún un jovencísimo estudiante, él mismo participó en las vendimias en Yvorne; que a su regreso de París vivió en una antigua casa de viñedos en Treytorrens, dónde tuvo lugar su decisivo encuentro con Stravinsky, bajo la doble simbología "du pain et du vin d'ici".
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El artículo puede consultarse íntegramente en el volumen "Vino, Lengua y Traducción". Más información en: http://www.publicaciones.uva.es/UVAPublicaciones-12697-Humanidades-Linguistica-y-Filologia-VINO-LENGUA-Y-TRADUCCION-----------Incluye-CD-ROM.aspx
Sería impensable imaginar a un escritor como C. F. Ramuz sin viñedos. Tendríamos que prescindir al mismo tiempo de su biografía y de su obra; olvidar que C. F. Ramuz fue hijo de un comerciante de productos coloniales que se reconvirtió años más tarde en vendedor de vinos al por mayor; que siendo aún un jovencísimo estudiante, él mismo participó en las vendimias en Yvorne; que a su regreso de París habitó en una antigua casa de viñedos en Treytorrens, dónde tuvo lugar su decisivo encuentro con Stravinsky, bajo la doble simbología "du pain et du vin d'ici".
El vino y los viñedos de las inclinadas laderas de los cantones de Vaud y de Valais se encuentran muy presentes, no sólo en sus obras más inspiradas por el tema, como son Vendanges, Chant de Notre- Rhône, o Souvenirs de Igor Strawisky, sino que también aparecen en una buena parte de su producción novelesca : Passage du poéte, Farinet ou la fausse monnaie, entre otras. De la importancia que tiene esta cultura vitícola en su obra trata esta comunicación, ya que como se verá más adelante, los paisajes de Lavaux proporcionan al escritor el modelo de una forma artística sobre la que fundó su estilo creativo. Ramuz, poeta del vino, Ramuz, embajador de los viñedos de la suiza romande.
1. C. F. RAMUZ, POETA DEL VINO
Lavaux, en las orillas del lago Lemán, posee unas novecientas hectáreas de extensión, que albergan a unos 28.000 habitantes. Cuentan que los romanos llevaron hasta allí el cultivo de las vides, pero hay constancia de que se cultivaban con esmero en el siglo XII y que desde 1742, cuatro veces por siglo, se han celebrado grandes fiestas en honor al vino en la plaza del mercado de Vevey. El amor a ese principal amigo de los hombres se ha aliado con la naturaleza para estabilizar este paisaje insólito. Terrazas de poco más de un metro de anchura van enhebrándose montaña arriba, en la ladera del Jura, hasta los 800 metros; terrazas sostenidas por muros de hormigón y comunicadas por estrechas y empinas escaleras.
Es en este marco dónde vamos a situar a un escritor fuera de lo común, un escritor cuya obra es desgraciadamente poco conocida en nuestro país, pero que les invito a descubrir a partir de este momento. Me refiero a C. F. Ramuz, el gran poeta del vino de las laderas del lago Lemán. Hace ya casi un siglo decía "El buen Dios comenzó su trabajo y después vinimos nosotros a darle término; construyó la pendiente y nosotros logramos que se mantenga y sea útil". Charles Ferdinand Ramuz (1878-1947) es, sin duda alguna, el autor del siglo XX más conocido de la Suiza francófona. Su obra, compuesta por poemas, novelas y ensayos, fue editada en vida por Grasset en París y acogida con fervor por sus semejantes como Claudel, Céline o Gide, pero este escritor del cantón de Vaud fue considerado injustamente como un autor regionalista o representante de una literatura campesina. El éxito de la publicación reciente de sus 22 novelas en la prestigiosa Bibliothèque de la Pléiade, la puesta en marcha de una nueva edición de sus Obras completas en Ginebra por Slatkine (Diario, Primeros escritos inéditos, Novelas) demuestran la vitalidad de esta obra. A lo largo de toda su vida y a semejanza de Cézanne, Ramuz quiso pintar el país partiendo de lo particular para alcanzar lo universal. De lengua francesa pero de nacionalidad suiza, ha intentado expresar esta diferencia para así definir mejor su identidad.
Cuando uno descubre a Ramuz, le resulta después muy dificil disociar su obra de los paisajes vitícolas de Lavaux. Tendríamos que prescindir al mismo tiempo de su biografía y de su obra. Olvidar que C. F. Ramuz fue hijo de un comerciante de productos coloniales que se reconvirtió años más tarde en vendedor de vinos al por mayor; que siendo aún un jovencísimo estudiante, él mismo participó en las vendimias en Yvorne; que a su regreso de París vivió en una antigua casa de viñedos en Treytorrens, dónde tuvo lugar su decisivo encuentro con Stravinsky, bajo la doble simbología "du pain et du vin d'ici".
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El artículo puede consultarse íntegramente en el volumen "Vino, Lengua y Traducción". Más información en: http://www.publicaciones.uva.es/UVAPublicaciones-12697-Humanidades-Linguistica-y-Filologia-VINO-LENGUA-Y-TRADUCCION-----------Incluye-CD-ROM.aspx
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